Hoy estamos de fiesta recordando las anécdotas de la vida ejemplar de este súper-hombre, Don Benito Juárez. Estamos concluyendo con una actividad socio-cultural, pero en los días anteriores hubo eventos deportivos, como voleibol, fútbol de salón y carreras de velocidad; nos visitaron varias escuelas compañeras y se convivió en lo que se pudo, así que hoy era la culminación de una semana deportiva-cultural. Mis compañeras maestras se esmeraron en adornar nuestro pequeño estrado y algunos compañeros dignos de mención se solidarizaron con las actividades para que esto se conviertiera en un hormiguero, en un ir y venir de gente para cumplir con la kermesse y lograr una entradita de dinero extra para algunas mejoras de la escuela.
Estuve en el micrófono y me despedí con una frase de don Benito, que se cita cuando se hizo el fusilamiento de Maximiliano de Habsburgo y que la Prensa europea lo tildó de indio sanguinario, contestando: "No mato al hombre, mato las ideas". Algo fuera de lo común. Pero se dice que era tanto su encono contra los emperadores, que después no se quería hospedar en un hotel porque se llamaba "Iturbide" y éste había sido emperador también.
Nuestra pista: La calle 20 de Noviembre, a un costado de la cancha de la escuela
El escenario para los bailes folklóricos, con doble motivo de adorno: Natalicio de Don Benito Juárez y el comienzo de la estación preferida, la Primavera.
Las escuadras futboleras a vencer, la del turno vespertino (arriba) y la matutina (derecha), ambas son las mejores de la localidad, por lo menos en el fútbol de salón.
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